Cuando se compra un coche de segunda mano, uno de los aspectos más importantes a considerar es su estado mecánico y si cumple con los requisitos de seguridad establecidos por la ley. Para verificar esto, la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es fundamental, ya que certifica si el coche es apto para circular. Sin embargo, hay otra herramienta clave que todo comprador debería solicitar antes de adquirir un vehículo: el informe vehículo de la Dirección General de Tráfico (DGT). Este documento proporciona detalles sobre el historial de la ITV, permitiendo conocer si el coche ha tenido fallos mecánicos o si ha pasado todas las inspecciones obligatorias.
La ITV es una inspección obligatoria que todos los vehículos deben pasar periódicamente para comprobar que cumplen con las condiciones de seguridad y emisiones contaminantes. Si un coche ha fallado en varias ITV o ha presentado defectos graves, es posible que tenga problemas mecánicos ocultos que podrían suponer un riesgo para el comprador.
Al consultar el informe DGT completo, puedes obtener información sobre:
Si un coche ha sido rechazado en la ITV en varias ocasiones o presenta defectos graves, el comprador debe estar alerta. Algunos de los riesgos más comunes incluyen:
- Fallos en el sistema de frenos o dirección, que pueden afectar la seguridad del vehículo.
- Problemas de emisiones contaminantes, lo que podría impedir su circulación en ciertas zonas urbanas.
- Modificaciones no homologadas, que podrían invalidar la ficha técnica del coche.
- Fraude en el kilometraje, si los registros de la ITV no coinciden con el cuentakilómetros actual.
Si quieres asegurarte de que un coche de segunda mano está en buen estado y cumple con la normativa de seguridad, es fundamental consultar tanto la ITV como el informe DGT completo. Con la ayuda de Gestioon, puedes acceder a este informe en pocos minutos y tomar una decisión de compra con total confianza.